Hoy en día casi cualquier página te pide un correo electrónico para registrarte: tiendas online, foros, apps, newsletters, sorteos, pruebas gratuitas… El problema es que, al compartir tu email real en todas partes, aumentan los riesgos: más spam, más filtraciones de datos y menos privacidad.
Para evitar todo eso, cada vez más personas usan correos temporales. Son direcciones desechables que te permiten registrarte sin revelar tu información personal.
A continuación te contamos las ventajas más importantes de usarlos.
Cuando introduces tu email real en páginas desconocidas, es muy probable que termines recibiendo publicidad, promociones y mensajes no deseados.
Un correo temporal actúa como un “filtro”:
El spam llega al correo temporal,
y no a tu bandeja personal.
Cuando ese email deje de servirte, simplemente lo dejas expirar y listo.
Muchas webs guardan tus datos sin medidas de seguridad adecuadas.
Si sufren un ataque, tu correo puede terminar expuesto en filtraciones públicas.
Con un correo temporal, ese problema se elimina:
La dirección no está ligada a tu identidad,
No contiene datos personales,
No representa ningún riesgo aunque se filtre.
Los correos temporales son perfectos para:
Probar nuevas plataformas
Descargar archivos o acceder a contenido
Participar en sorteos
Solicitar cupones o descuentos
Usar versiones de prueba sin crear cuentas permanentes
Ahorras tiempo y mantienes organizada tu bandeja principal.
Si no quieres dejar rastros digitales en ciertos servicios, un correo temporal te ofrece el nivel de privacidad que necesitas.
No te identificas, no compartes datos y no asocias tu correo personal a actividades que no necesitas conservar.
La mayoría de servicios de correo temporal funcionan así:
Entras a la web
Te generan un email al instante
Lo usas para verificar una cuenta
Recibes el código o mensaje
Y cuando acabas, lo descartas
Todo sin configuraciones ni pasos complicados.